El centro escolar Sainte Marie – Mayorga está ubicado en St Jean Pied de Port, una localidad de los Pirineos atlánticos.

Capital de la Baja Navarra, St Jean Pied de Port debe su nombre a su ubicación al pie del puerto de Roncesvalles. 8 km la separan de la frontera con España, 76 de Pamplona, 55 de Bayona y Biarritz, 100 de Pau: está en el cruce de los caminos que conducen al País vasco.

Anidada en un valle rodeado de montañas, el casco antiguo está rodeado por una muralla que se remonta a la Edad Media y que fue nivelada y sobre-elevada por VAUBAN. Desde entonces, el núcleo urbano se ha ido extiendo extramuros y cuenta hoy en día con 1490 habitantes.
La historia de St Jean Pied de Port que conocemos se remonta a la era de los romanos (siglo V antes de Cristo) que construyeron el puente de Eyheraberry, denominado « puente romano ».

Desde el punto de vista económico, el municipio vive esencialmente del comercio y el turismo: numerosos hoteles, restaurantes, bares y todo tipo de tiendas atraen a un gran número de turistas con los primeros rayos de sol y sobre todo en verano e incluso en temporada baja con la apertura de la temporada de caza. Además, la práctica del esquí de fondo en localidades cercanas (Iraty, Gourette) prorroga la « temporada » hasta en invierno.

Historia :
El colegio de Mayorga lleva ese nombre en memoria del beato Jean de Mayorga que nació en 1531 en St Jean Pied de Port y que murió como mártir en 1556 durante su viaje a Brasil para evangelizar el país.

En 1894, la escuela fue fundada por el padre ARBELBIDE, oriundo de CARO (un pueblecito a unos escasos 3 km de St Jean Pied de Port) cuando se le ocurrió crear una congregación de misioneros. Planeaba que la escuela fuera un centro de formación, un tipo de seminario para reclutar a jóvenes para esta congregación. Recurrió a los frailes PLOERMEL para dirigir el centro. Por ello, ha sido conocida durante mucho tiempo como “Escuela de los frailes”. No se llevó a cabo el proyecto contemplado debido a un conflicto con el obispo de Bayona que no quería una nueva congregación pero el colegio siguió en pie.

En 1905, la escuela experimentó graves dificultades causadas por la separación Iglesia-Estado. Como en cualquier otra parte de Francia, los frailes estuvieron amenazados de expulsión por no renunciar a su fe. Algunos optaron por exiliarse en España, otros se quedaron, abandonando la sotana pero siguiendo fieles a su vocación.
El último fraile se jubiló en 1943. En 1948, el clero diocesano se encargó de la escuela con la ayuda de unos profesores cristianos que tomaron el relevo y se encargaron de la dirección a partir de 1968. Desde el inicio de curso de septiembre de 1980, todas las clases de primaria son mixtas y ocupan la planta baja de la parte de Mayorga situada cerca de la muralla.

J.B. ETCHARREN